María Emilia dio su SÍ incondicional a Dios y aceptó su encargo de fundar una congregación: las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada. Por esto cada día damos gracias a Dios, por regalarnos el carisma Eucarístico, Mariano y Misionero de una mujer que acogió en silencio la palabra de Dios. Gracias Dios por la vida y obra de María Emilia Riquelme y Zayas, por estos 123 años al servicio de la humanidad y porque su deseo hoy se cumple con el trabajo incansable de sus Misioneras, quienes han mantenido la antorcha encendida al calor de Jesús Eucaristía, haciendo que su amor se extienda a través de todas las obras de evangelización.
Aquí les dejamos unas hermosas fotos de nuestro sentido homenaje en su aniversario.